Letras en la Frontera (2014)
University of Texas San Antonio Le comentaba a Vanessa Torres esta mañana que utilicé la misma palabra que ella en su presentación "flotar"; a lo cual me contestó: "no hay nada que hacer", y tiene razón... No hay nada que hacer solo flotar entre las letras, ahogarse en ellas y de ellas, trasladarse, resurgir historias, algunas inventadas, re-inventadas o escondidas. Flotar entre un reclamo social y posicionamiento cultural, una búsqueda de identidad, que más que hallazgo es un disfrute y un dolor-tenue, pero igualmente dolor. Debo de disculparme por el uso de la preposición "entre", cuando describo "flotar entre un reclamo social y posicionamiento cultural"; lo más apropiado sería "flotar para un reclamo social y un posicionamiento cultural", porque más que una observación, la poesía de Rossy es una gestión necesaria que desprende venas de ecos en silencio. Desprende y esparce sus raíces desde una garganta desgarradora, que más que un grito es un eco, que alcanza fronteras redescubiertas con "Ojos vagamundos", un eco de "Ratos rotos" de esos ratos que resurgen "tu hechizo en mi mano", esa mano fronteriza que se arrastra "Sembrando la muerte" y que con toda "Tranquilidad" podríamos pensar que "Al pronunciarte" al leerte, Rossy percibimos "El principio". Y citó: "En el principio de las cosas había nada, hasta que la nada se llenó de luz y se convirtió en principio". Y continua "Lo eterno colocó uno de sus cabellos en cada cosa que ahora brillaba al tener un nombre y un lugar donde pertenecer; después de hacer esto salió de nuestra atmósfera" Y citó "Es normal que lo eterno baile... Y seguirán encontrando cosas hermosas para seguir nombrando, es normal, sólo recuerda que en el principio de las cosas había nada". Así nos devuelve a nuestras raíces, las mismas que se desentrañan hasta armonizar una "Flor de loto" que describe como la autora se redescubre a sí misma. Y citó "Laten mis venas, desenterrándose y buscando la laguna en dónde se hundió una noche que cruzaba destinos". La autora finalmente se habita en su propio ser marcando su mundo "Encontré mi espacio, no hay mundo más grande que el que me habita". No sólo se redescubre a sí misma y sus raíces, sino que con ella arrastra el género que su piel cubre, su piel, nuestra piel de "Mujer". "Nosotras somos sobrevivientes de algún abismo y como hermanas los hemos vividos todos; somos la flor que rompe el asfalto dejando nuestra esencia en cada respiro. Nosotras somos la huella, una marca en el cielo que promete gritar el secreto de las estrellas. Nosotras somos. Llevamos en la frente una flor de lila, somos la torre, la montaña, somos mujer, hija, madre y amiga y es en nuestro vientre que nacen las historias del mundo". Y ahora sí, desde una uterina creatividad plasmada en Ecos de Barro, les dejo a Rossy Lima.
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February 2016
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